En Baja California se está librando una batalla para librar al medio ambiente, pues activistas acusan a la Gobernadora del estado, Marina del Pilar Avila Olmeda de destruir uno de los parques emblemáticos de Tijuana, el parque Benito Juárez.
Las organizaciones de la sociedad civil que acampan ahí, le exigen a la mandataria del estado que cumpla con su promesa de preservar ese patrimonio de los tijuanenses, ya que su gobierno prefiere donar el apoyo a la Universidad Autónoma de Baja California y construir estacionamientos.
En lugar de ayudar a la preservación del parque Benito Juárez, prefirió construir otro parque en el vaso de la presa Abelardo L. Rodríguez, Esperanto, y el encargado honorario fue el esposo de la Gobernadora, Carlos Torres Torres, quien se encarga de los Proyectos Estratégicos del estado.
El parque Esperanto se ahogó a los pocos meses de abierto y con ello 150 millones de pesos que le invirtieron.
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