Los vecinos de la Avenida Esperanza, en el fraccionamiento García de Tijuana, despertaron entre olores a aguas negras y calles totalmente intransitables. Una fuga provocó que el agua contaminada se desbordara hacia las viviendas, afectando a familias enteras, incluyendo adultos mayores y niños. Habitantes reportan alergias, dolores de cabeza y malestar constante debido a la pestilencia.