En el mundo natural existen habilidades que parecen imposibles. El pez dorado y el carpín, por ejemplo, pueden sobrevivir hasta cinco meses sin oxígeno durante los inviernos más duros. Mientras la mayoría de los animales moriría en cuestión de minutos, estos peces activan un mecanismo único. Investigadores de la Universidad de Liverpool y de la Universidad de Oslo descubrieron que cuando el agua se congela y el oxígeno desaparece, estos peces ponen en marcha un segundo conjunto de enzimas. Con ellas convierten los carbohidratos de su cuerpo en alcohol y lo expulsan a través de sus branquias.












