Autoridades en Santa Cruz, California, anunciaron este fin de semana el hallazgo del cuerpo de la triatleta Erica Fox, quien había desaparecido hace una semana tras un presunto ataque de tiburón mientras nadaba en aguas abiertas frente a la costa. La recuperación de los restos pone fin a una intensa búsqueda que movilizó a varias agencias locales y a la comunidad deportiva de la región.
Hallan cuerpo de deportista tras ataque de tiburón
El cuerpo de Fox, de 55 años, fue encontrado la tarde del sábado al sur de Davenport Beach, aproximadamente a unos 40 kilómetros del punto donde se le vio por última vez nadando con su club de natación en el océano Pacífico. La deportista aún llevaba puesto su traje de neopreno negro al momento del hallazgo, según informó su familia.
Fox había desaparecido el 21 de diciembre durante una sesión de natación en la bahía de Monterey con unos 14 compañeros del club Kelp Krawlers, del cual era cofundadora. Testigos recordaron haber visto un tiburón emerger brevemente del agua antes de sumergirse, lo que motivó la activación de un amplio operativo de búsqueda por parte de la Guardia Costera y otras autoridades regionales.
Visiblemente afectado por el desenlace, el esposo de la triatleta, Jean-Francis Vanreusel, confirmó el hallazgo y participó en una procesión en la costa en honor a Fox. En ese acto, destacó el espíritu de su esposa y la manera en que enfrentó la vida, diciendo que ella “no quería vivir con miedo” y que siempre disfrutó plenamente de su pasión por el deporte.
A poem I wrote today for fellow Monterey Bay swimmer, Erica Fox.
— Super Amanda® #ShineOnMax (@TheSuperAmanda) December 23, 2025
I‘m not a Kelp Krawler but revere how much she loved the bay.
When a picture of slain model, Dorothy Stratten came up on my feed today, I mentioned to @IanKeithMcDowel some thoughts which became the poem below. pic.twitter.com/VjxhbwVmRu
La tragedia ha generado conmoción en la comunidad local y entre los nadadores de aguas abiertas, especialmente porque se trata de un ataque mortal inusual en la zona, con pocos incidentes de este tipo registrados en décadas. Entre los nadadores persiste una mezcla de incredulidad y tristeza, mientras algunos se plantean cómo continuar con sus actividades en el océano tras esta pérdida tan inesperada.
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