Tras un sismo de magnitud 7.5 que sacudió la costa de Aomori, Japón emitió una alerta de megasismo para la región noreste del país. Aunque los daños fueron moderados, con 34 heridos y afectaciones menores en edificios y carreteras, las autoridades advirtieron que existe un riesgo temporal de un terremoto aún mayor, incluso uno superior a magnitud 8, durante la próxima semana.
Autoridades recomiendan estar listo para evacuar
La Agencia Meteorológica de Japón (JMA) explicó que este aviso no es una predicción exacta, pero sí una medida preventiva, recordando que en 2011 un sismo de 7.3 precedió al devastador megaterremoto de 9.0, que provocó un tsunami de 15 metros y el desastre nuclear de Fukushima. Por ello, se pide máxima atención en las zonas de Hokkaido y la costa de Sanriku, donde convergen las fosas sísmicas de Japón y Chishima.
Expertos advierten que un megaterremoto en esta región podría generar un tsunami de hasta 30 metros, destruir más de 220 000 viviendas y causar cerca de 200 000 muertes, especialmente en invierno, cuando miles podrían sufrir hipotermia.
Las autoridades recomiendan tener bolsas de emergencia, calzado listo, cascos y ropa de calle durante la noche para evacuar rápidamente. Además, solicitan revisar rutas de evacuación, asegurar muebles y mantenerse informados a través de alertas locales.
Municipios desde Hokkaido hasta Chiba ya inspeccionan centros de evacuación y sistemas de comunicación. Aunque se pide calma, se insiste en actuar con responsabilidad y preparación, evitando el pánico que generó la alerta de la Fosa de Nankai en 2024, cuando el miedo provocó compras masivas y cancelaciones de actividades en todo Japón.
Japón permanece vigilante ante un escenario que, aunque improbable, podría tener consecuencias catastróficas.
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