Una joven madre de California , Maya Hernández, de 20 años, enfrenta cargos de asesinato, homicidio involuntario y crueldad infantil tras la trágica muerte de su hijo de un año, Amillio Gutiérrez, quien perdió la vida mientras ella se realizaba un procedimiento estético de relleno de labios, lo dejó dentro del auto.
De acuerdo con las investigaciones iniciales, Hernández dejó a Amillio y a su hermano de dos años atados en sus asientos de seguridad, dentro de un vehículo expuesto a temperaturas extremas en Bakersfield. Permanecieron allí por más de dos horas, mientras la mujer se encontraba dentro del spa.
Uno de los hijos sobrevivió ante el trágico accidente
Según la fiscal del caso, Hernández “eligió la vanidad por encima de la seguridad de sus hijos”. Al regresar al automóvil, encontró al pequeño Amillio convulsionando, con espuma en la boca y sin respuesta. Fue trasladado de urgencia al hospital con una temperatura corporal de 107°F (41.6°C), donde murió poco después.
El hermano mayor, Mateo, sobrevivió, aunque también presentaba signos de sobrecalentamiento. Actualmente permanece bajo custodia protectora.
La fiscalía sostiene que no se trató de un accidente, sino de “acciones intencionales con premeditación”, argumentando que empleados del spa incluso ofrecieron permitir que los niños esperaran en el interior con aire acondicionado, pero Hernández se negó. Testigos relataron que la mujer entró al lugar con el bebé “flácido” y “morado”, mientras otra persona rescató al niño de dos años, quien parecía al borde del colapso.
La defensa, en cambio, asegura que se trató de un “terrible error”, afirmando que la mujer dejó el auto encendido con aire acondicionado y alimentos para los pequeños. Planean aceptar algunos cargos, pero impugnarán el de asesinato en segundo grado.
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