Los hechos ocurrieron en Bolivia, donde la madre que mantenía relaciones extramatrimoniales con múltiples personas, decidió asesinar a su hija dándole insecticida líquido, para evitar que le contara de eso a su papá.
Además, la madre alteró toda la escena del crímen para hacerlo parecer como que la niña se había quitado la vida.
El padre de la menor fue quien encontró el cuerpo sin vida de su hija y dio aviso a las autoridades, la policía dijo que se le veía desconsolado y al darse cuenta de las circunstancias tan extrañas en las que se encontraba la menor, abrieron una investigación.
Las autoridades iniciaron con la investigación para determinar la causa de muerte de la niña y encontraron que había ingerido insecticida antes de morir.
Además, se reveló que la causa de muerte fue una asfixia mecánica por obstrucción de vías aéreas inferiores por contenido gástrico.
Posteriormente la madre de la menor reconoció que había asesinado a su propia hija para que no le contara a su papá sobre sus infidelidades. Reveló que hizo que se tomara el insecticida frente a su otro hijo de tres años.
Después acomodó la escena para hacer parecer que la menor se había quitado la vida intencionalmente.
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La sentencian a prisión
Tras darse a conocer que la mamá había matado a su hija, se abrió una investigación más a fondo y después se inició el proceso legal, la madre pasó dos años en prisión antes de que le dieran su condena oficial.
La madre fue condenada a 30 años de prisión, con cargos de infanticidio y haber manipulado la escena del crímen.
