Un masivo flujo piroclástico descendió del Monte Semeru el 19 de noviembre de 2025, enviando nubes de ceniza caliente a gran velocidad por las laderas del volcán y alcanzando un puente donde lugareños huían para ponerse a salvo.

Ante la magnitud del evento, Indonesia elevó la alerta volcánica al nivel IV y evacuó a más de 1,000 residentes y 170 excursionistas en un radio de casi 3 kilómetros.