Los hechos ocurrieron en Moscú, Rusia, donde un niño fue quemado vivo por sus supuestos amigos, quienes sentían envidia porque el menor de 11 años se había convertido en campeón de judo.
El niño fue identificado como Albert Ubetyarov, quien era un exitoso atleta de judo y que había ganado varias medallas.
Albert fue atacado por dos adolescentes de entre 13 y 15 años, quienes lo acorralaron y comenzaron a pelear con él, otros niños que estaban presentes, dijeron que los atacantes usaron bates de béisbol y lo dejaron prácticamente inconsciente.
Los menores lo golpearon en las rodillas con lo que impidieron que pudiera caminar y posteriormente lo metieron en un cobertizo, cuando estaba inconsciente, le rociaron gasolina y luego le prendieron fuego.
Varios niños vieron lo que pasaba
Uno de los niños vio cómo estaban golpeando a Albert, así que corrió a buscar a adultos, cuando finalmente llegó, se dio cuenta de que ya habían quemado el cobertizo y le dijo a su papá que habían matado a su amigo y lo habían quemado vivo.
Varios adultos intentaron entrar al cobertizo con palas, pero cuando llegaron al lugar ya no había nada que hacer, pues Albert murió calcinado.
Fueron los mismos niños quienes aseguraron que los agresores le tenían envidia a Albert, ya que él había ganado muchos premios en judo.
El entrenador de Albert lamentó la muerte del niño, asegurando que era muy inteligente y pacífico y que no hubiera lastimado a una mosca, por lo que le parece muy triste que lo hayan asesinado por ser bueno en un deporte.
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