Un fuerte sismo sacudió la costa oriental de Rusia durante la madrugada del miércoles 30 de julio. El evento generó alertas por tsunami en países del Pacífico, aunque el impacto fue menor al previsto.
Sismo en Kamchatka encendió alertas en el Pacífico, pero el tsunami fue menor al previsto
El epicentro se ubicó frente a la península de Kamchatka y alcanzó una magnitud estimada de 8.7 u 8.8. La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) y los centros de alerta del Pacífico activaron protocolos en California, Hawái, Japón, Chile y China. Sin embargo, al paso de las horas, las olas no alcanzaron dimensiones catastróficas y muchas advertencias fueron retiradas. En Alaska y California las olas no superaron el metro de altura.
A pesar de que no causó grandes efectos, el tsunami en Japón causó que el nivel del mar subiera poco más de un metro pic.twitter.com/Qa7vTlzx7K
— Enséñame de Ciencia (@EnsedeCiencia) July 30, 2025
¿Por qué no hubo un tsunami mayor tras el sismo en Rusia?
Especialistas del NOAA y del Centro de Sismología de la Universidad de Oregón explicaron que, aunque el sismo fue considerable, no tuvo la magnitud necesaria para generar un tsunami mayor. El geofísico Diego Melgar señaló que eventos de magnitud 9, como los ocurridos en Indonesia (2004) y Japón (2011), liberan hasta diez veces más energía que un sismo de 8.7.
Además, la formación de tsunamis depende de múltiples factores como la longitud del movimiento, la ubicación de la ruptura y la profundidad. En este caso, las condiciones no favorecieron un desplazamiento masivo del fondo marino.
El Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico destacó que los sistemas de monitoreo permitieron emitir avisos oportunos. Aunque el impacto fue limitado, se continúa evaluando el evento, sobre todo en regiones cercanas al epicentro.
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