El Servicio Meteorológico Nacional indicó este miércoles sobre la vigilancia de la formación de dos tormentas tropicales que pueden convertirse en ciclones en el océano Pacífico. Mientras que el huracán Bárbara y la tormenta tropical Cosme pierden fuerza esta semana.
SMN vigila dos nuevos ciclones en el Pacífico
La primera se trata de una zona de baja presión al sur de Oaxaca, que ha incrementado a 30% su probabilidad de desarrollo ciclónico en un lapso de 48 horas. Se localiza a 655 km al sur de Puerto Ángel, Oaxaca con desplazamiento hacia el oeste-noroeste.
Los expertos indican que hay una gran probabilidad de que evolucione a ciclón tropical durante el fin de semana, frente a las costas de Guerrero y Michoacán. Por otro lado, se ha identificado una zona de baja presión al sur de las costas de Chiapas, mantiene 20% de probabilidad para desarrollo ciclónico en 7 días.
¿Qué pasó con Bárbara y Cosme?
Bárbara, el primer huracán de la temporada se disipó en el océano Pacífico, al igual que la tormenta tropical Cosme. Por lo pronto, se pronostican lluvias intensas de manera puntual en cuatro estados: Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Chiapas. Además de precipitaciones en el estado de Durango, Sinaloa, Zacatecas, Aguascalientes, San Luis Potosí, Querétaro, Hidalgo, Tlaxcala y Campeche; chubascos en Chihuahua, Yucatán y Quintana Roo, así como lluvias aisladas en Sonora.
¿Cuántos huracanes se esperan en el océano Pacífico este 2025?
De acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (Conagua), en el océano Pacífico se pronostican entre 8 y 9 tormentas tropicales. Asimismo, se esperan 4 y 5 huracanes categoría 1 y 2, además de huracanes de mayor densidad en la categoría 3, 4 y 5, se esperan entre 4 y 6.
Un huracán es un tipo de ciclón tropical, que es un término genérico para un sistema de tormentas masivo que se forma sobre las cálidas aguas de los océanos tropicales. Son, de hecho, las tormentas más grandes y violentas de la Tierra.
Los huracanes nacen y se alimentan del aire cálido y húmedo que se eleva desde la superficie del océano. Este aire caliente asciende, se enfría, se condensa y libera calor latente, lo que a su vez calienta más el aire y reduce la presión en la superficie del océano. Este ciclo continuo actúa como el “combustible” del huracán. Por eso, solo se forman sobre aguas templadas
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