En la colonia Alfonso Garzón, lo que empezó como un simple bache ahora parece digno de estudio astronómico. Vecinos ya lo bautizaron como “el meteorito de la calle Capetillo”, un cráter tan grande que podría tener su propio código postal. Si pasa por la zona, mejor mírelo con respeto… y desde lejos, porque es imposible no verlo.












