Algunos animales muestran comportamientos inusuales antes de desastres naturales. Los perros pueden ponerse nerviosos o intentar huir al detectar vibraciones mínimas del suelo previas a un sismo. Las aves suelen abandonar zonas costeras horas antes de tsunamis o tormentas, al percibir cambios en presión y sonidos de baja frecuencia. También peces y ranas reaccionan ante alteraciones químicas y eléctricas del agua. No predicen el futuro, pero responden a señales tempranas que hoy estudia la ciencia.
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