Durante la temporada de invierno, las costas de Baja California suelen registrar oleaje alto, lo que provoca el cierre preventivo de playas para proteger a visitantes y deportistas. Diversos puntos costeros del estado restringen el acceso ante estas condiciones, por lo que mantenerse informado mediante los reportes del clima es la mejor opción. Aun así, disfrutar la playa desde la orilla sigue siendo una alternativa segura.