Caminar es una de las actividades físicas más simples, gratuitas y efectivas para cuidar la salud. Durante años se ha repetido que es necesario alcanzar 10 mil pasos diarios, pero la ciencia moderna demuestra que esa cifra no es obligatoria para obtener beneficios reales.
El famoso número nació en 1965, cuando una empresa japonesa lanzó un podómetro llamado manpo-kei, que significa “medidor de 10 mil pasos”. La cifra se popularizó por marketing, no por evidencia científica. Hoy, diversos estudios han puesto ese mito en duda.
Entonces ¿Cuántos pasos se deben dar al día?
Una investigación publicada en JAMA Internal Medicine, realizada por la Universidad de Harvard, analizó a más de 16 mil mujeres mayores y encontró que caminar solo 4,400 pasos diarios ya reducía la mortalidad. Los beneficios aumentaban hasta estabilizarse alrededor de los 7,500 pasos.
Otro metaanálisis del European Journal of Preventive Cardiology (2023) concluyó que entre 6,000 y 8,000 pasos diarios son suficientes para reducir el riesgo cardiovascular y la muerte prematura, especialmente en adultos mayores. En adultos jóvenes, el rango ideal se sitúa entre 8,000 y 10,000 pasos.
La intensidad también importa: caminar a paso ligero genera más beneficios que acumular muchos pasos lentamente. Además, estudios como el publicado en The Lancet Public Health confirman que moverse más cada día aumenta la esperanza de vida, sobre todo en personas sedentarias.
Más allá del peso, caminar mejora el corazón, regula el azúcar, reduce el estrés y fortalece huesos y músculos. No se trata de obsesionarse con un número, sino de mantenerse en movimiento. Según la ciencia, con 6 mil pasos diarios ya puedes empezar a notar cambios positivos.
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