Con la llegada de diciembre comienzan también las tradicionales posadas mexicanas, celebradas este 2025 del 16 al 24 de diciembre. Entre ponche caliente, tamales y cantos, uno de los elementos más esperados son las piñatas de siete picos, una figura que va más allá del festejo: representa una profunda enseñanza espiritual.
¿Qué significan los siete picos de la piñata?
La piñata tradicional cuenta con siete picos, cada uno simbolizando uno de los siete pecados capitales: soberbia, avaricia, lujuria, ira, gula, envidia y pereza. Su forma no es un simple diseño festivo, sino un recordatorio de las tentaciones que enfrenta el ser humano día a día.
Otro elemento clave es la venda en los ojos, que representa la fe, es decir, la capacidad de confiar sin ver. Las personas que intentan romper la piñata lo hacen guiadas por su intuición y apoyo de los demás, reflejando el camino espiritual y comunitario.
Romper la piñata simboliza vencer al mal, derrotar los pecados y mantenerse firme ante las tentaciones. Y cuando finalmente se quiebra, los dulces y frutas que caen representan las bendiciones y recompensas divinas obtenidas por haber superado esas pruebas.
Este rito, presente en todas las posadas, convierte a la piñata en mucho más que un juego: es una metáfora del triunfo del bien sobre el mal y del poder de la fe. Así, cada diciembre, las piñatas de siete picos recuerdan la riqueza cultural y espiritual que define las tradiciones mexicanas.
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