En 1978, en una zona rural del estado de Veracruz , empezó a circular un rumor inquietante que pocos se atrevían a contar. Según quienes vivían cerca de una laguna remota, llamada la Laguna de Xolapan, allí sucedían cosas extrañas que no tenían explicación lógica, especialmente cuando caía la noche. ¿Un hombre rana?
El Hombre Rana que acecha en la laguna
Pescadores de la región fueron los primeros en relatar encuentros con una figura singular: describieron un cuerpo de apariencia humana, cubierto de una piel húmeda y verdosa, con brazos largos y dedos unidos por membranas, que no caminaba sino que saltaba hacia el agua cuando lo veían desde la orilla. Algunos aseguraron que la criatura dejaba tras de sí un olor penetrante, parecido al de los pantanos más profundos.
Conforme crecían las historias, también comenzaron a acercarse reportes de personas desaparecidas. Vecinos de los pueblos cercanos afirmaron haberse cruzado con esta figura oscura, observándolos desde el agua con ojos negros y brillantes, y al día siguiente aparecían con marcas inexplicables en las piernas, como si algo las hubiera succionado desde abajo.
Un maestro rural escribió sobre sus propios encuentros antes de desaparecer: contaba que la criatura salía de la laguna al anochecer y se quedaba inmóvil observando las casas, casi como si estuviera aprendiendo sobre la vida humana. Días después, el ejército cerró el acceso a la laguna sin dar explicaciones oficiales, aunque los pobladores dijeron haber oído disparos y un chillido que no parecía ni animal ni humano.
Desde entonces, la Laguna de Xolapan permanece tranquila a simple vista, pero quienes se acercan aseguran ver burbujas grandes romper la superficie y, a veces, una sombra en el fondo. Algunos lugareños creen que el Hombre Rana murió, mientras que otros están convencidos de algo más inquietante: que no estaba solo, y que la laguna sigue escondiendo su misterio bajo el agua.
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