Esto ocurrió en Kalachi, una pequeña localidad de Kazajistán, en donde docenas de habitantes comenzaron a desplomarse sin explicación. Podían dormir entre dos y hasta seis días seguidos, despertando desorientados, con pérdida de memoria y fuertes dolores de cabeza. Durante años fue un misterio mundial. Sin embargo, investigadores científicos de la Universidad Nacional de Kazajistán junto a especialistas médicos, realizaron estudios que finalmente señalaron una posible causa. Altos niveles de monóxido de carbono y otros gases tóxicos liberados por una antigua mina de uranio cercana.












