Continúan exponiéndose más escándalos relacionados con la facción en el poder. En esta ocasión la corrupción y presunto tráfico de influencias señalan a la exdirectora del Conacyt, María Elena Álvarez-Buylla, quien otorgó un contrato millonario sin licitación para llevar a cabo la remodelación de un museo, el cual, a la fecha, continúa cerrado al público.