No solo es un cambio en la naturaleza, el otoño también transforma la forma en que las personas se relacionan con su entorno. Y los colores cálidos, así como los aromas de la temporada se convierten en parte de la cultura popular y del estilo de vida, influyendo en ámbitos como la moda o la gastronomía.
Los colores del otoño en la moda
Cada año, las pasarelas y colecciones retoman la paleta típica de la estación, que van desde tonos mostaza, terracota, marrón y vino, y se convierten en protagonistas de prendas y accesorios. Estas tonalidades no solo transmiten calidez, también reflejan la conexión con la naturaleza en su etapa de transformación.
Gastronomía con sabor a otoño
El cambio de estación también se vive en la mesa. Ingredientes como la calabaza, la manzana y las especias (canela, clavo, nuez moscada) dominan tanto bebidas como postres. El famoso pumpkin spice es un claro ejemplo de cómo un sabor asociado a la temporada puede convertirse en fenómeno cultural global.
¿Por qué cambian los colores en otoño?
El cambio de color en las hojas no es una cuestión estética, sino un proceso natural ligado a la disminución de luz solar. Expertos señalan que en condiciones cálidas y con abundante luz, las hojas permanecen verdes gracias a la clorofila, el pigmento que permite la fotosíntesis.
A medida que los días se acortan y las noches se alargan, la producción de clorofila se detiene hasta cesar por completo.
Cuando esto ocurre, los pigmentos que siempre estuvieron presentes, como carotenoides y antocianinas, se hacen visibles, dando a las hojas sus tonos amarillos, naranjas y rojizos característicos del otoño.
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