NUEVA YORK.- Una tragedia pudo haberse convertido en realidad en el Bronx, pero fue evitada por poco. Una enorme chimenea de ladrillos, de 20 pisos de altura, colapsó tras una explosión ocurrida la mañana del miércoles en un complejo de apartamentos de viviendas públicas.
El derrumbe arrojó toneladas de escombros sobre la acera y el patio de juegos del edificio, levantando una nube de polvo que cubrió varias calles de la zona. Sorprendentemente, las autoridades confirmaron que no hubo heridos ni víctimas mortales.
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“Evitamos un desastre mayor aquí”, aseguró Vanessa Gibson, presidenta del distrito del Bronx, en conferencia de prensa. Por su parte, el alcalde Eric Adams explicó que la chimenea se extendía desde la sala de calderas hasta la parte alta del edificio y que el hecho ocurrió poco después de las 8:00 a. m. Aunque aún no se ha confirmado, se investiga la posibilidad de una fuga de gas.
La residente Merlyn Olivo relató que escuchó un estruendo “como una bomba” que hizo temblar el edificio. “Pensé que era el fin del mundo”, confesó.
En imágenes aéreas transmitidas por noticieros se observó una pila gigantesca de ladrillos, pedazos de ventanas y aparatos de aire acondicionado arrancados de las paredes. Perros de rescate revisaban la zona para descartar que alguien hubiera quedado atrapado.
El alcalde recordó que el 1 de octubre suele marcar el inicio de la temporada de calefacción, lo que podría estar relacionado con el incidente.
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