Una devastadora detonación ocurrida la noche del viernes dentro de una comisaría en Nowgam, en la periferia de Srinagar, dejó al menos nueve personas muertas y 27 heridas, según autoridades locales. La tragedia se originó cuando un lote de explosivos incautados que estaba siendo analizado por personal forense y químico detonó de manera accidental, provocando un incendio que consumió parte del complejo policial.
Entre las víctimas se encuentran policías, funcionarios y especialistas forenses que manipulaban el material. Algunas personas quedaron calcinadas, y fragmentos humanos fueron hallados a más de 100 metros del sitio, debido a la fuerza del estallido. Equipos de rescate tardaron en ingresar por las llamas intensas que siguieron a la primera detonación.
El accidente ocurrió después de un ataque de coche bomba
La explosión ocurrió apenas cuatro días después de un ataque con coche bomba en Nueva Delhi que dejó ocho muertos, lo que incrementó la preocupación nacional. Sin embargo, autoridades de Cachemira descartaron cualquier vínculo con militantes, subrayando que el incidente en Nowgam fue un accidente dentro del manejo de evidencias.
El director general de la policía regional, Nalin Prabhat, pidió no especular y afirmó que la investigación se centrará en determinar la secuencia exacta de los hechos. Por su parte, la portavoz Nadya Norton señaló que es “demasiado pronto” para hablar de causas definitivas.
El episodio ocurre en un contexto de máxima sensibilidad en India, donde recientemente fueron incautados precursores y material explosivo en varias regiones del norte. Cachemira, una zona históricamente disputada entre India y Pakistán, se mantiene bajo estricta vigilancia.
A media tarde del sábado, equipos forenses continuaban con la identificación de víctimas, mientras la comisaría permanecía acordonada para evaluar los daños estructurales y recuperar más indicios.
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