Expertos en la salud indican que la Vitamina D podría ayudar a ralentizar el envejecimiento biológico de una persona, según lo revelado por un estudio del American Journal of Clinical Nutrition y ya es considerada la fuente de la juventud. Aquí te contamos los detalles al respecto.
¿Cómo puede la Vitamina D ralentizar el envejecimiento?
De acuerdo con el informe, las pruebas se basan en un estudio de más de mil personas de mediana edad, a quienes por al menos 4 años les analizaron los niveles de vitamina D en sangre y su relación con la longitud de los telómeros, que son estructuras que funcionan como un marcador del envejecimiento celular.
Los resultados mostraron que aquellas personas con niveles adecuados de vitamina D tendían a tener telómeros más largos, lo que sugiere una menor tasa de envejecimiento celular. Gracias a que la vitamina D puede tener un efecto antiinflamatorio que puede prevenir el envejecimiento.
Y de acuerdo con el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos (NIH), tener niveles bajos de vitamina D, se ha relacionado con un mayor riesgo de contraer enfermedades crónicas como osteoporosis, diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares, las cuales aceleran el envejecimiento del cuerpo.
¿Cómo puedo obtener vitamina D de forma natural?
Expertos señalan que para aprovechar al máximo la vitamina D, es necesario que el cuerpo se exponga al sol entre 15 y 20 minutos al día, que pueden ser suficientes para estimular su producción en la piel.
Además, es recomendable complementar esta actividad con el consumo de alimentos ricos en vitamina D.
Alimentos ricos en Vitamina D
Entre las opciones que tienes para consumir vitamina D se encuentran:
Peces grasos: como el salmón, la caballa y las sardinas, que además aportan ácidos grasos omega-3, esenciales para la salud cardiovascular.
Yemas de huevo: contienen vitamina D de forma natural.
Hígado de res: una opción poco atractiva pero que es una fuente rica en vitamina D, además de contener vitamina A y hierro.
Hongos: especialmente los expuestos a luz ultravioleta, como los champiñones portobellos, pueden ser una buena fuente vegetal de vitamina D.
Aguacate: aunque no es una fuente importante de vitamina D, destaca por su riqueza en otras vitaminas como C, E, K y B9.
Queso y leche fortificada: muchas versiones de estos productos incluyen vitamina D añadida. Como el queso Ricota y leches vegetales como la soja o la almendra.
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