Una discusión aparentemente trivial entre dos estudiantes de secundaria desembocó en una tragedia en el condado de Orange County, Florida. La tarde del 9 de octubre, el joven de 16 años Pinien Dalmacy falleció tras recibir dos disparos, luego de que su compañero de 15 años, Jacori Redding, le disparara en un parque cercano a la escuela.
Joven le quita la vida a compañero de clases
Según el informe de la Orange County Sheriff’s Office, los hechos comenzaron en un pasillo de la Oak Ridge High School cuando Redding y Dalmacy, ambos alumnos de segundo año, se golpearon los hombros de manera accidental durante el horario escolar. Dalmacy pidió una disculpa a su compañero, pero Redding se negó.
La negativa derivó en un enfrentamiento pactado para después de clases. Ambos se retiraron a los cancheros de baloncesto del cercano Vogt‑Meloon Park, donde, según la investigación, Redding sacó un arma y disparó en contra de Dalmacy. El joven de 16 años murió en el lugar. Redding huyó al regresar al campus escolar, portando el arma en su mochila. Fue ubicado por un oficial en la cafetería del plantel y detenido.
El sheriff John Mina calificó los hechos como “indignantes” al explicar que “algo tan simple como chocarse en los pasillos de una escuela —algo que muchos hemos hecho— terminó en un tiroteo mortal contra un joven de 16 años”.
Redding, pese a tener 15 años, está siendo procesado como adulto y enfrenta cargos por homicidio (muerte por disparo) junto con posesión de arma de fuego en propiedad escolar y siendo menor de edad.
Las autoridades señalan que, aunque la detención se registró rápidamente, aún se ignora cómo obtuvo el arma el joven agresor. También se revisan cámaras de vigilancia del lugar, y se solicita a cualquier testigo o persona con imágenes del incidente colaborar con investigadores.
La comunidad escolar quedó en estado de shock: tras el suceso se activó un bloqueo inmediato en la secundaria mientras los agentes aseguraban el escenario. Los compañeros de Dalmacy expresaron su consternación y el distrito ofreció apoyo psicológico a quienes lo necesitaran.
La familia de la víctima aún lidia con el dolor de perder al joven, descrito por quienes lo conocían como lleno de alegría, siempre sonriendo y muy querido por sus amigos. Las voces de apoyo piden justicia y reflexionan sobre lo frágil de la vida cuando el conflicto se convierte en violencia letal.
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