El sueño de tener una vivienda propia parece cada vez más lejano para los jóvenes universitarios. De acuerdo con distintos sondeos, la mayoría habita en casas rentadas o prestadas, principalmente por razones económicas y de accesibilidad. Los salarios que perciben al incorporarse al campo laboral no son suficientes para cubrir los costos de compra o crédito de una casa, lo que ha generado una creciente brecha entre los ingresos y el acceso a la vivienda.












