Entre los años 2019 y 2021, fue reportado que 523 bebés murieron debido a productos para dormir diseñados especialmente para el descanso de niños y bebés, siendo la cuna uno de los productos que ocasionaba mayor número de muertes y accidentes en Estados Unidos.
De acuerdo con un informe de la Comisión de Seguridad del Consumidor de Estados Unidos (CPSC, por sus siglas en inglés) resulta especialmente riesgoso utilizar productos como colchones, mecedoras, corrales, zonas de juego, productos inclinados para el sueño y portabebés como superficies para dormir.
Esto debido a que los menores necesitan una superficie firme y plana para descansar, según expertos. Las cunas y colchones su vuelven potencialmente peligrosos al añadir una simple cobija o almohada ya que pueden obstruir las vías respiratorias de los infantes.
Sólo se deben usar productos para bebés fabricados para el sueño, que cumplan los requisitos federales y asegurando que el espacio de sueño se encuentre despejado, con nada más que una sábana ajustable, sin cobijas, almohadas o peluches.
La comodidad no siempre equivale a seguridad, detalla el informe.Para evitar cualquier incidente, la recomendación es que para reducir el riesgo de síndrome de muerte súbita y asfixia, se debe acostar siempre a los bebés boca arriba.
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