El jueves 30 de octubre, un agente del condado de Raeford, Carolina del Norte, abatió a tiros a un niño de 13 años que estaba siendo buscado por su presunta participación en el homicidio de su abuela de 68 años, informó la prensa.
¿Qué ocurrió el jueves 30 de octubre en Carolina del Norte?
La primera actuación se desarrolló cuando la Hoke County Sheriff’s Office acudió al vecindario de Pearce Place 100 para un chequeo de bienestar y encontró a la mujer inconsciente en su domicilio; los servicios de emergencia la declararon muerta.
Tras la inspección del lugar, los detectives señalaron al nieto de la víctima como principal sospechoso del homicidio y se gestionó su imputación por homicidio en primer grado.
Más adelante, agentes de la Lee County Sheriff’s Office hallaron al menor detrás de una casa móvil abandonada en el condado de Lee. Al acercarse los uniformados, el joven emprendió la huida. Durante la persecución, el adolescente tomó un trozo de madera del patio de una vivienda y se lanzó contra un oficial, lo que provocó que el agente le disparara. El menor fue declarado muerto en el lugar.
La North Carolina State Bureau of Investigation (SBI) fue notificada y abrió una investigación independiente, según el protocolo estándar en casos de uso de fuerza letal por parte de agentes del orden.
El sheriff del condado de Hoke, Roderick Virgil, calificó el hecho como “trágico y emotivo para todos los involucrados” y pidió a la comunidad que actúe con compasión mientras se procesa lo sucedido.
Choque entre camión de personal y de carga hoy 1 de noviembre provoca tráfico en Mexicali 🔴













