Contrario a la creencia popular de que los resfriados y la gripe son exclusivos del invierno, expertos en salud advierten sobre la presencia de virus respiratorios durante la temporada de calor o verano.
Aunque la gripe y el virus sincitial respiratorio (VSR) han mostrado una disminución, el covid-19 está experimentando un aumento en algunas regiones como Estados Unidos. Este patrón, junto con la circulación de otros virus como el del “manos, pies y boca”, sugiere que los síntomas de congestión y tos pueden manifestarse en cualquier época del año.
¿Por qué no es común el registro de resfriado o gripe durante el verano?
La estacionalidad de los virus no solo depende de la temperatura, sino también del comportamiento humano. En verano, las personas suelen pasar más tiempo al aire libre con las ventanas abiertas, lo que dificulta la propagación de gérmenes. No obstante, en regiones de calor extremo, el refugio en espacios interiores con aire acondicionado propicia un ambiente cerrado que facilita la transmisión viral.
La variante XFG, conocida como stratus, es la más común en circulación actualmente y puede causar dolor de garganta intenso. La Organización Mundial de la Salud (OMS) la considera una variante bajo vigilancia. Aunque es ligeramente más eficaz para evadir el sistema inmunitario, las vacunas existentes siguen siendo efectivas para combatirla.
Ante el aumento de casos, los especialistas recomiendan a las personas sanas esperar hasta el otoño para recibir una dosis de refuerzo de la vacuna contra la COVID-19, preparándose para un repunte significativo en invierno. Sin embargo, los adultos mayores y las personas con sistemas inmunitarios debilitados deben consultar a sus médicos para determinar el mejor momento para su vacunación.
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