El 31 de mayo de 2025, Bernd Kebbel, un empresario alemán de 59 años, se encontraba en un safari nocturno en el Hoanib Skeleton Coast Camp, ubicado en el desierto de Namibia. Durante la madrugada, Kebbel salió de su tienda, instalada sobre un vehículo 4x4 por razones de seguridad, para utilizar el baño. En ese momento, una leona salvaje, conocida como Charlie, lo atacó ferozmente, causándole heridas mortales en el cuello y la arteria femoral. A pesar de los esfuerzos de sus compañeros para ahuyentar al animal, Kebbel falleció casi instantáneamente.
La leona fue localizada y sacrificada
Tras el ataque, las autoridades del parque nacional montaron un operativo para localizar a la leona agresora. El 1 de junio, Charlie fue localizada y sacrificada debido a que representaba un riesgo continuo para los visitantes y habitantes de la zona.
Este tipo de comportamiento es inusual en leones salvajes, que generalmente evitan el contacto con humanos. Se especula que Charlie pudo haber estado herida o enferma, lo que la llevó a acercarse peligrosamente a los humanos.
Un defensor de los leones que perdió la vida por uno de ellos
Irónicamente, Kebbel había sido un ferviente defensor de la conservación de la fauna salvaje, especialmente de los leones del desierto, una subespecie en peligro de extinción.
A lo largo de su vida, invirtió recursos significativos en proyectos para proteger a estos felinos en Namibia. Incluso rechazó ofertas de cazadores que querían eliminar a un león que él había fotografiado.
Su muerte a manos de una leona subraya la complejidad de la relación entre humanos y vida silvestre, recordándonos que, aunque los esfuerzos de conservación son esenciales, la naturaleza siempre mantiene su imprevisibilidad.
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