Las bebidas sin alcohol, como la cerveza y los cócteles, han ganado una enorme popularidad en Estados Unidos. Millones de personas, incluyendo aquellos en recuperación de adicciones, quienes buscan reducir su consumo o adultos jóvenes que han dejado el alcohol por completo, están impulsando esta industria en auge.
¿Qué dice la ciencia sobre el consumo de bebidas preparadas sin alcohol?
Según estudios, el alcohol se ha relacionado con problemas de salud graves, como diversos tipos de cáncer, lo que ha llevado a muchas personas a buscar alternativas. Para muchos, las bebidas sin alcohol son una “excelente solución” que les permite socializar sin sentirse excluidos.
De hecho, la práctica de alternar bebidas alcohólicas con las sin alcohol, conocida como “rayas de cebra”, se ha vuelto común para prolongar las noches de fiesta sin los efectos del alcohol.
Sin embargo, los expertos en salud advierten que las bebidas sin alcohol no son una solución para todos. La investigadora Molly Bowdring, de la Universidad de Stanford, explica que, debido a que estas bebidas imitan el aspecto, sabor y olor del alcohol, podrían desencadenar antojos en personas con un historial de abuso.
Por esta razón, su uso debe ser considerado de manera individual, ya que lo que funciona para una persona podría no ser seguro para otra.
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