Un fenómeno insólito y desconcertante ha despertado la curiosidad de científicos y del público en general: un grupo de perros con pelaje azul fue avistado en la zona de exclusión de Chernóbil, lugar marcado por el desastre nuclear ocurrido en 1986.
La organización Dogs of Chernobyl, dedicada al cuidado de los animales que habitan el área, difundió imágenes impactantes en las que se aprecia a varios ejemplares con un tono azul brillante, un hecho sin precedentes en la región. El hallazgo fue reportado el 13 de octubre de 2025, cuando voluntarios observaron a los animales deambulando cerca de la planta nuclear y de la ciudad abandonada de Chernóbil.
“No eran azules la semana pasada. No sabemos la razón y estamos intentando capturarlos para averiguar qué está ocurriendo”, comunicó el equipo a través de redes sociales.
Comunidad científica busca una respuesta ante este insólito hecho
Aunque no existe una explicación científica definitiva, los expertos sospechan que los perros pudieron estar en contacto con algún tipo de químico o metal pesado. Afortunadamente, los animales se encuentran activos y saludables, sin signos visibles de enfermedad o alteraciones en su comportamiento.
Desde 2017, Dogs of Chernobyl, afiliada a la organización Clean Futures Fund, alimenta y brinda atención veterinaria a unos 700 perros que viven dentro de la zona de exclusión de 47 kilómetros cuadrados, donde los niveles de radiación superan seis veces el límite permitido para los humanos.
🐶En Chernóbyl, perros con pelaje azul han despertado la curiosidad de científicos y rescatistas.
— TraficoPuebla (@Trafico_Puebla) October 28, 2025
🔎Se estudia si su color es producto de mutaciones genéticas por la radiación o la exposición a químicos en la zona abandonada.#Viral #Internacional #Noticias pic.twitter.com/ChEjENRUF5
Los llamados “perros azules” serían descendientes directos de las mascotas abandonadas tras la evacuación masiva de 1986. Un estudio publicado en 2024 reveló que los perros de Chernóbil presentan mutaciones genéticas únicas, las cuales podrían conferirles resistencia a la radiación y a la contaminación ambiental.
El equipo de Norman J. Kleiman, de la Universidad de Columbia, identificó 400 loci genéticos atípicos y 52 genes asociados a la exposición crónica a la radiación. Aunque aún no se confirma si estas mutaciones están relacionadas con el color azul, los científicos continúan investigando un fenómeno que podría redefinir la comprensión de la adaptación biológica en entornos extremos.
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