Frankie‑Rae Law, un niño de 11 años residente en Braintree, Essex (Reino Unido), había pasado el día jugando y riendo con normalidad, hasta que en la tarde le dijo a su madre que tenía un fuerte dolor de garganta. Preocupados, sus padres lo llevaron al médico, quien le dio el alta diagnosticándolo con un resfriado común causado por un “virus”.
Hallan sin vida a niño tras dolor de garganta
Horas después de regresar del consultorio, Frankie comenzó a respirar con dificultad. Según su madre, se dirigió al baño, y al no escucharlo más, entró a ver qué pasaba: lo encontró tirado junto al inodoro, con los labios grisáceos y la mirada vidriosa, visiblemente luchando por su vida.
La familia llamó de inmediato a los servicios de emergencia, y su abuela le practicó resucitación cardiopulmonar (RCP) durante más de media hora. Luego llegaron paramédicos, policías y un equipo de cardiología, que continuaron con maniobras para reanimarlo; sin embargo, los médicos informaron que, aunque tenía pulso, no había ritmo cardíaco.
A pesar de recibir atención médica y ser trasladado al hospital, Frankie falleció en las primeras horas de la madrugada. Su madre relató que hubo un momento crítico: “en dos minutos se quedó en un silencio inquietante”, dijo, refiriéndose a cómo perdió la conciencia repentinamente mientras intentaba respirar.
La causa de su muerte aún no ha sido determinada, y la familia ha iniciado una campaña en GoFundMe para recaudar fondos para los gastos del funeral. Además, la escuela del niño ha habilitado un altar con flores y peluches en su memoria.
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