Henry Tucker era un adolescente con anorexia y que además era autista, vivía con su familia en Lincolnshire, Inglaterra, donde era vigilado todo el tiempo y además dependía de una sonda gástrica para poder comer.
Debido a toda esta presión y al tener que ser monitoreado todo el tiempo, Henry decidió quitarse la vida y le escribió un correo a su mamá, donde explicaba todas las razones por las cuales había tomado esa decisión.
También describió toda la situación en su diario, dijo que todo era demasiado estresante para él y que no podía seguir su vida siendo monitoreado constantemente.
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La anorexia y el autismo
Desde hace años, Henry era tratado por su anorexia y autismo por los servicios de salud del estado, sin embargo, su familia estaba en busca de apoyo para los gastos médicos.
Cuando la familia quiso hacer el trámite, todo se complicó debido a la pandemia, por lo que ahora Henry atravesaba un proceso aún más difícil, pues luego de la larga cuarentena, tuvo problemas para comunicarse con el personal médico y todo se volvió mucho más complicado con la anorexia.
Los médicos dijeron que el menor cambió su personalidad por completo, pasando de ser un adolescente feliz, a uno lúgubre.
Nota en el correo electrónico
Henry decidió dejar una nota antes de quitarse la vida, escribió un correo a su madre y lo programó para que le llegara a las 9:00 pm.
Ese mismo día, el adolescente se la pasó encerrado en su habitación y fue hasta muy tarde cuando sus padres leyeron el correo y se enteraron de lo que había sucedido.
Henry falleció en su habitación mucho antes de que su mamá leyera la nota, en donde le decía que no podía encontrar el coraje para seguir viviendo y que no se pusieran tristes por él.
Su madre dijo que además de todo lo que le sucedía, había varias organizaciones que estaban buscando a Henry y que todo eso pudo llegar a ser muy abrumador para él, además de que odiaba ser alimentado por una sonda gástrica.
