En un caso que hiela la sangre, Tyler Hadley, de apenas 17 años en ese momento, asesinó brutalmente a sus padres —Blake y Mary‑Jo Hadley— con un martillo, para luego organizar una fiesta en la misma casa mientras sus cuerpos permanecían ocultos en una habitación.
Adolescente le quita la vida a sus padres y hace fiesta
Los hechos ocurrieron el 16 de julio de 2011, en Port St. Lucie, Florida. Según la policía, invitó a sus amigos mediante Facebook y alrededor de 60 adolescentes asistieron a la celebración, sin imaginarse que estaban en medio de una escena de crimen.
Hadley relató en una entrevista más reciente que la idea de matar a sus padres había rondado en su mente durante semanas, incluso bromeando con amigos sobre realizar una fiesta después. Asegura que el día del crimen tomó sustancias, lo que lo sumió en un estado psicótico, y luego de cometer los asesinatos limpió durante casi tres horas antes de comenzar la fiesta.
Durante la reunión, uno de sus mejores amigos, Michael Mandell, notó que algo iba mal cuando Tyler le confesó el homicidio y lo llevó a la habitación donde estaban los cadáveres. Mandell alertó a la policía, lo que llevó a la detención de Hadley en la madrugada siguiente.
This photo of Tyler Hadley at his 2011 house party taken just hours after he killed his parents and hid the scene in a locked bedroom, something none of the guests knew. pic.twitter.com/Yy1FLwlGew
— Beyond Interesting (@BeyondIntrst) November 18, 2025
En 2014, Hadley no adminitó ni negó los dos cargos de homicidio en primer grado y fue condenado a dos cadenas perpetuas. El juez calificó sus acciones como “brutales, atroces y premeditadas”.
Mató a sus padres y luego dió una fiesta con los cuerpos en el cuarto de al lado. Hoy les traigo:
— juli🔮 (@cronopiatw) February 28, 2021
"El terrible caso de Tyler Hadley". ABRO HILO: pic.twitter.com/nuU7g9tJuk
Actualmente, el caso ha vuelto a cobrar relevancia tras su testimonio para el programa Interview with a Killer de Court TV, donde asegura que aún no comprende completamente por qué lo hizo y describe un estado de desconexión mental durante el crimen.
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