En medio de un panorama de violencia que coloca a Baja California entre las entidades más afectadas por homicidios dolosos en el país, la fiscal general del Estado, Ma. Elena Andrade Ramírez, se calificó con un “humilde 10” en su compromiso al frente de la institución.
“No quisiera pecar de arrogancia para darme una calificación. Yo lo único que puedo decir, en cuanto a mi compromiso y desempeño, me pongo un 10, junto con todo mi equipo”, respondió la fiscal ante los legisladores bajacalifornianos.
El comentario surgió durante su comparecencia de este miércoles ante el Congreso local, como respuesta a la diputada del Partido del Trabajo, Yohana Sarahi Hinojosa, que cuestionó el trabajo realizado hasta la fecha. Cabe señalar que en el estado, hasta el momento se registran 908 homicidios de enero a la fecha según información de la Secretaria de Seguridad Ciudadana.
Sin embargo, para víctimas como Ana Lidia Soto Romero, hija de Amparito, mujer de 84 años que murió luego de ser atacada por una jauría de perros callejeros y que no ha tenido justicia en su caso, opinó que las palabras de la fiscal contrastan con su experiencia.
“Mi voz representa muchas voces de muchas víctimas que no atendieron sus procesos. Y bendito Dios, yo tengo el beneficio, la ventaja de ser licenciada en Derecho. Pero ¿y los que no? Y la fiscal tiene que responder por cada acto de represalia y de violencia institucional que hicieron sus fiscales a los que ahora ya no están”, señaló Ana Lidia Soto.
Por su parte, regidores de la oposición en Mexicali, como Gustavo Magallanes Cortés, cuestionan su permanencia en el cargo.
“Si yo fuera el gobernador yo creo que ya le hubiera corrido porque es faltarle el respeto a los bajacalifornianos. Cuando presumen las cifras de seguridad, siempre la maldita realidad les pega en la cara”, señaló el edil mexicalense.
Mientras las cifras y testimonios muestran un panorama adverso, la Fiscalía General del Estado mantiene su postura, asegurando, al menos para ellos, que merecen un diez.
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