La noche del sábado 30 de agosto, un niño de 11 años falleció en Houston, Texas, tras ser baleado por un hombre durante un juego de “ding-dong-ditch”, una broma que consiste en tocar el timbre de una casa y salir corriendo.
¿Qué pasó la noche del sábado 30 de agosto en Houston, Texas?
Según el Departamento de Policía de Houston, el hecho ocurrió alrededor de las 23:00 horas en Racine Street; el pequeño recibió varios disparos y fue trasladado al hospital, donde murió al día siguiente.
Este lamentable suceso reaviva el grave debate en torno al uso letal de armas en respuesta a travesuras infantiles. Tras una fase de interrogatorios, una persona fue detenida y luego puesta en libertad; mientras tanto, se ejecutó una orden de registro en la casa del sospechoso como parte de la indagación en curso.
¿Qué lleva a tragedias como esta en broma de “ding‑dong‑ditch” en Houston?
La broma viral “ding‑dong‑ditch” puede tener consecuencias fatales cuando invade el territorio de lo lúdico y topa con la sensibilidad armada. En Houston, el juego devino en tragedia cuando el propietario de la vivienda disparó contra los niños, resultando en la muerte del menor de 11 años, lo que refleja una respuesta letal ante una broma infantil.
La identidad del niño aún no ha sido revelada; las autoridades siguen investigando forenses y testimonios mientras se examina si la acción fue justificada o se trataría de homicidio no excusable.
Este caso no es aislado: en Virginia, en mayo de 2025, un adolescente murió mientras recreaba la broma para TikTok; en California, en 2023, un hombre fue condenado por asesinato tras embestir un auto con jóvenes que hicieron lo mismo.
La recurrencia de este tipo de incidentes subraya la urgencia de reflexionar sobre cómo ciertas bromas se viralizan y pueden desencadenar reacciones desproporcionadas.
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