En la mañana del 11 de agosto de 2025, un hombre de 59 años murió en un fatal accidente doméstico en Portugal, en Campanhã, un distrito al norte de la ciudad de Oporto. El hombre fue hallado junto al lecho matrimonial, agachado. Al levantarse sin darse cuenta, su esposa –que pesa más de 100 kg– cayó sobre él, provocando asfixia accidental.
¿Qué pasó en Portugal con la mujer que aplastó a su marido?
Tras el accidente, el grito de auxilio de la mujer desencadenó una respuesta inmediata de los vecinos: cinco personas trabajaron juntas para levantar a la dama y liberar al hombre.
Lamentablemente, el hombre sufrió un fallo cardiorrespiratorio y no logró recuperarse. Minutos después, llegaron paramédicos y autoridades para certificar el fallecimiento y confirmar que fue un trágico accidente, descartando cualquier tipo de delito.
Este caso resalta lo inesperado que puede ser un accidente doméstico: situaciones cotidianas como un simple movimiento pueden resultar en consecuencias trágicas.
Aunque desconcertante, estos sucesos invitan a reflexionar sobre la prevención, la atención en el entorno del hogar y la necesidad de contar con protocolos de emergencia comunitarios, especialmente en viviendas con personas de diferentes complexiones físicas.
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