Los Ángeles, CA – Tras una jornada de concentración y marcha pacífica en el centro de la ciudad, la situación tomó un giro horas más tarde cuando el Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) declaró ilegal la congregación, lo que provocó un amplio despliegue de diversas fuerzas policiales. La medida se tomó con el objetivo de dispersar a los manifestantes que aún permanecían en el área.
Ante la orden de desalojo, las autoridades comenzaron a utilizar gases lacrimógenos y bombas aturdidoras para desocupar la zona. A pesar del uso de estos métodos de dispersión, la acción policial se llevó a cabo sin que se reportaran actos de violencia significativos por parte de los manifestantes.
El despliegue incluyó a agentes de distintas unidades del LAPD, quienes establecieron perímetros y procedieron a dispersar a la multitud de manera gradual. Si bien la utilización de gases lacrimógenos generó momentos de tensión y confusión, la mayoría de los manifestantes se retiraron del lugar, culminando la concentración de la tarde.
Las autoridades no han emitido un comunicado oficial detallado sobre las razones específicas que llevaron a la declaración de ilegalidad y el uso de los métodos de dispersión, más allá de la necesidad de desocupar la vía pública.
Hasta el momento la policía mantiene un perímetro al centro cívico de la ciudad, impidiendo el acceso a civiles.
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