Durante la madrugada del 10 de octubre, las intensas precipitaciones causadas por la tormenta tropical Jerry dejaron una huella de destrucción en Puebla. En Huauchinango, un cerro se deslizó y sepultó viviendas en la comunidad de Piedras Pintadas, cobrándose vidas y dejando familias entre el dolor y la incertidumbre.
En la casa de Abigail Lechuga ocurrió la tragedia: mientras ella, su madre María Magdalena (60 años) y sus hijos Gael Guadalupe (14) y Liam Tadeo (6) dormían, la tierra colapsó. Gael fue rescatado con fracturas; María lamentablemente perdió la vida; y Liam desapareció entre los escombros. Abigail y vecinos no han dejado de escarbar, con la esperanza de hallar al niño.
Entre el lodo y la angustia buscan a Liam
Abigail, cubierta de lodo y lágrimas, no se da descanso. En videos que circulan en redes, se le ve removiendo con sus propias manos la tierra y fragmentos de su casa mientras suplica:
“Sólo pido que me devuelvan a mi hijo… Que no lo dejen solo… Él tenía miedo de la oscuridad.”
Gael relató el instante en que su mundo se vino abajo:
“Escuché ruidos extraños… los perros ladraban… la tierra se abrió y nos arrastró. No vi a mi hermanito ni a mi abuelita…”
Las labores de rescate avanzan a cuentagotas. El terreno saturado, las lluvias persistentes y el crecimiento de ríos complican cualquier maniobra. Protección Civil, el Ejército y equipos locales trabajan en la zona, aunque la amenaza de nuevos deslaves está latente.
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