En el imaginario colectivo, la falla de San Andrés es el “gran villano geológico” del oeste de Estados Unidos. Pero hay otro monstruo natural aún más temido por los científicos: el Monte Santa Helena, un volcán activo cuya erupción ha sido más destructiva que cualquier sismo en esa región.
En mayo de 1980 tuvo una erupción con la fuerza de 500 bombas atómicas, causando daños irreparables. Lo más aterrador del caso es que las señales estaban ahí, pero se ignoraron.
Aquí te contamos las 5 advertencias que podrían habernos preparado para el desastre. ¿Estamos repitiendo la historia hoy?
Sismos incesantes desde marzo
El 20 de marzo de 1980, un temblor de magnitud 4.2 debajo del volcán fue la primera alerta. A partir de ahí, el área fue sacudida por cientos de microsismos diarios, indicando que el magma estaba en movimiento.
La montaña comenzó a “inflarse”
En el parte norte del volcán se formó una gigantesca protuberancia que crecía hasta 1.5 metros por día, y de acuerdo con los registros, era el magma empujando con fuerza desde el interior.
Gases tóxicos en aumento
Las emisiones de dióxido de azufre, un gas volcánico asociado a actividad magmática, comenzaron a dispararse. Aun así, muchas autoridades locales consideraban que era una actividad pasajera, no un presagio de catástrofe.
Explosiones menores que fueron subestimadas
Durante abril, el cráter del volcán comenzó a liberar vapor, fragmentos de roca y ceniza en pequeñas explosiones.
Cada una de ellas era una advertencia. Cada una, una válvula de escape. Pero no bastaron para detener lo que venía. El día que ocurrió la erupción, tomó a todos por sorpresa. El paisaje era apocalíptico y expertos lo señalaron como una de las peores catástrofes jamás registradas.
On May 18, 1980, crowds of scientists gathered to study Mount St. Helens, an awakening volcano in Washington State.
— Encyclopaedia Britannica (@Britannica) May 18, 2025
While geologists prepared for an eruption at the summit, the North face of the volcano simply blew out without warning, transforming into a churning liquid.
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Las advertencias científicas que nadie quiso escuchar
Los expertos alertaron de una posible gran erupción y propusieron zonas de evacuación. Sin embargo, presiones económicas y políticas hicieron que muchas áreas se reabrieran, lo que provocó que algunos residentes regresaron a sus hogares… y nunca salieron con vida.
¿Está en riesgo Baja California?
Expertos han señalado que el Monte Santa Helena sigue activo y en 2008 tuvo su más reciente erupción menor. Por lo que no descartan una nueva explosión en los próximos años. Debido a la ubicación del lugar, es posible que las afectaciones no lleguen a la región, sin embargo, hoy en día todo es posible.
Y mientras todos miran a la Falla de San Andrés, el Monte Santa Helena a una erupción de la catástrofe.
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