Karla Robles, una joven de 27 años, falleció el viernes pasado en la ciudad de San Miguel de Tucumán durante una transmisión en vivo a través de TikTok. Según fuentes judiciales, ella había manifestado públicamente que “prefería morir antes que él me mate a mí”, refiriéndose a su ex.
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El hombre, de 33 años, fue detenido por orden de la unidad especializada de homicidios del Ministerio Público Fiscal de Tucumán, tras recabarse evidencias que lo implican por instigación al suicidio y amenazas contra familiares de la víctima.
En la investigación, se determinó que la joven había presentado varias denuncias por violencia de género y hostigamiento, sin que hasta ese momento se decretaran medidas de protección eficaces. Las autoridades declararon que entre las pruebas figuran grabaciones de audio, capturas de conversación y testimonios de allegados que describen una situación persistente de agresión psicológica.
El caso pone en relieve dos áreas críticas de prevención: por un lado, la urgencia de brindar protección efectiva a quienes denuncian violencia familiar o de pareja; por otro, la necesidad de atención inmediata.
En Argentina existen líneas telefónicas de ayuda, como la 144 (violencia de género) o la 137 (violencia familiar), además de servicios de salud mental que pueden ser activados ante conductas de desesperanza, aislamiento o amenazas de autoagresión.
Las autoridades instan a que cualquier persona que viva en un entorno de violencia o reciba amenazas, no lo enfrente sola, y que al menor indicio de ruptura emocional severa o manipulación, busque acompañamiento profesional. La colaboración oportuna de vecinos, familiares y autoridades puede ser determinante para evitar desenlaces extremos.
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