🎈VIDEO: Cura brasileño viajó atado a mil globos; su trayecto terminó en tragedia

Esta es la historia de Adelir Antonio de Carli, cura brasileño que emprendió un viaje al atarse a una silla con mil globos con helio y desapareció. Aunque parece increíble y de película el caso, fue real y desgraciadamente la historia del creyente no tuvo un final feliz. Te contamos el por qué

Adelir Antonio de Carli, era un cura que daba misas en Paranaguá, municipio de Brasil y también, se dedicaba a apoyar a los camioneros de la ciudad con una peculiar obra de caridad, ya que emprendía viajes en globos con helio y así, recaudaba fondos para los transportistas. El cura brasileño no sólo era un fiel creyente, sino que también era un paracaidista experimentado que buscaba ayudar a la gente pero también, batir el récord de viajar con globos con helio que estadounidenses ya habían logrado.

En el año de 2018 Adelir Antonio de Carli, buscaba batir el récord de hacer el viaje con globos con helio atado a una silla sin ningún tipo de motor. El trayecto sería desde Paranaguá hasta Dourados, muy cerca de Paraguay. Este viaje sería de 20 horas, casi un día completo. Sin embargo, terminó en una tragedia.

Adelir Antonio de Carli, sí emprendió el viaje con mil globos de todos los colores , pero para su sorpresa este sería el último de su vida. El clima no estuvo a su favor, pues hubo viento y lluvias que no habían sido contempladas a comparación de los celulares especiales que llevó, un GPS, casco; salvavidas e impermeable. Además, de comida y agua.

Tras 20 minutos de viaje, el cura se reportó e indicó que había alcanzado casi 6 mil metros sobre el mar, cuando tenía que ser 3 mil. Aunque dijo estar bien, tiempo después el feligrés pidió ayuda, pues no sabía utilizar el GPS y después, llegó a Santa Catarina y ya no se supo de él.

Luego de perder contacto, el cura brasileño que emprendió su viaje con globos fue localizado hasta después de 75 días, cuando un barco de Petrobras encontró su cuerpo en altamar; cerca de la costa de Maricá en Río de Janeiro a mil kilómetros de donde fue ubicado por última vez.

Realmente no se sabe por qué falleció el cura, pues las autoridades dedujeron que pudo haber sido por haberse elevado a una altura no estimada, mucho más alta y después terminar en la costa, zona que no era contemplada. También contemplaron que su silla se enganchó y no pudo abrir su paracaídas.