Los primeros pasos del internet han cimentado las primeras tecnologías como Google y el acceso masivo a conexiones de la red a través de dispositivos más pequeños. Es decir, la creación del ecosistema de computadoras, streaming, comercio electrónico y redes sociales.
Posteriormente, las redes sociales se extendieron de tal manera que absorbieron diferentes aspectos de la comunicación, para formar parte de otros ámbitos de la vida humana. Llevando a cabo, varias ventajas como las conexiones a larga distancia, aunque paradójicamente el sentimiento de aislamiento.
¿Un lugar estancado? Los sistemas de IA han facilitado la automatización y contenido artificial en redes sociales
En la primera mitad de esta década, una sensación de estancamiento y vacío parece definir el panorama de Internet. El auge de la inteligencia artificial ha facilitado la multiplicación de cuentas automatizadas y contenido artificial en las redes sociales, cuya creciente sofisticación dificulta su detección.
Esto ha alimentado la teoría de la “Internet muerta”, que sugiere que gran parte de la web está compuesta por sistemas automáticos interactuando entre sí, con estudios que señalan el 2024 como el año en que la automatización superó el contenido generado por humanos.
Esta inquietud se sustenta en factores tangibles. La época del capital accesible para las tecnológicas, que impulsó el crecimiento de empresas como Uber y Amazon, ha terminado, limitando la ambición colectiva.
Paradójicamente, la expansión de la conectividad ha generado una fragmentación de la web en múltiples versiones, lo que reduce las oportunidades de un cambio transformador significativo.
Hechos AM Baja California del 6 mayo 2025