Detrás del rostro elegante y sombrero de plumas de La Catrina se esconde una crítica social. En el siglo XX, José Guadalupe Posada dibujó a “La Calavera Garbancera” para satirizar a quienes olvidaban su origen indígena. Con el tiempo, Diego Rivera retomó la imagen y la transformó en la icónica figura que hoy representa la muerte con elegancia.












