El pasado 26 de septiembre, la capital cachanilla vivió una “fiebre de visitas” que recorrió toda la entidad. Armando Ayala Robles, ahora apodado como “El Bailador”, no dejó pasar la oportunidad para mostrar sus pasos… aunque su poca capacidad para mover el bote hizo que más de uno quedara boquiabierto.
Al parecer, maneja los pasos igual que su gestión: improvisando al son que le toque, y eso no es precisamente un elogio.