Una ciudad en constante crecimiento como Tijuana debe adaptarse a múltiples retos urbanos, pero la falta de áreas verdes se ha convertido en un problema que afecta a sus habitantes. En algunos espacios públicos, la ausencia de parques y jardines lleva a que se utilicen flores artificiales, lo que no reemplaza los beneficios de la naturaleza y puede influir negativamente en la calidad de vida de los residentes.