Lo que comenzó como un accidente menor el viernes 3 de octubre en la primaria Lázaro Cárdenas, terminó convirtiéndose en una emergencia de salud para alrededor de 40 estudiantes. Ante lo sucedido, los padres han exigido extremar precauciones, mejorar la calidad de los alimentos y garantizar un seguimiento adecuado para evitar que situaciones similares se repitan en el futuro.