México ha vivido varias tragedias relacionadas con explosiones de gas que dejaron una huella dolorosa en la memoria colectiva. En tan solo 40 años se han registrado múltiples incidentes que evidencian la urgente necesidad de reforzar los protocolos de seguridad.
Los accidentes más devastadores por gas LP en México
Una de las más graves ocurrió el 19 de noviembre de 1984 en San Juan Ixhuatepec, Estado de México, conocida como San Juanico.
Una serie de explosiones en un centro de almacenamiento de gas LP de Pemex dejó 503 personas fallecidas, 926 lesionadas, 149 viviendas destruidas y 60 mil evacuados. La tragedia comenzó a las 5:45 de la madrugada, debido a una fuga provocada por exceso de presión en un tanque, que generó una nube de gas que se encendió.
La onda expansiva y las llamas alcanzaron un radio de 300 metros, arrasando casas y desplazando tanques a más de mil 200 metros.
Décadas después, el 29 de enero de 2015, un accidente similar ocurrió en el Hospital Materno Infantil de Cuajimalpa, Ciudad de México.
Una pipa que abastecía gas a la cocina sufrió una fuga y provocó una explosión que destruyó casi todo el edificio. Murieron tres personas, incluidos dos bebés recién nacidos, y 66 resultaron lesionadas.
Los intentos de controlar la fuga fueron infructuosos y la rápida dispersión del gas obligó a evacuar el hospital y las casas vecinas.
En 2025, Iztapalapa registró otra tragedia relacionada con explosiones de gas, dejando 20 víctimas hasta ahora, lo que evidencia que los riesgos derivados del manejo de combustibles siguen presentes en zonas urbanas densamente pobladas.
Estos incidentes, más que tragedias aisladas, subrayan la urgencia de reforzar medidas de seguridad y protocolos de control en el almacenamiento y transporte de gas, recordando que la prevención sigue siendo clave para evitar más pérdidas humanas y materiales.
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