¡Nuevo virus! La enfermedad de Chagas en Estados Unidos, históricamente asociada a zonas rurales de América Latina, hoy despierta alarma por su expansión silenciosa en EE. UU. Las autoridades sanitarias, incluido el CDC, ya reportan presencia de triatominos (las temidas “chinches besadoras”) en 32 estados, y múltiples estudios sugieren que el país debería ser considerado endémico de esta dolencia.
Este cambio de paradigma exige revisar la percepción sobre la enfermedad, su vigilancia y capacidad de respuesta. La detección tardía es el enemigo: la mayoría de los infectados desconoce su condición hasta que presenta severas complicaciones cardíacas o digestivas. La necesidad de una detección temprana y protocolos de prevención es más urgente que nunca.
¿Qué estados tienen presencia de la enfermedad de Chagas endémica?
Las 32 estados con presencia de triatominos infectados incluyen lugares del sur y oeste como Arizona, Texas, Louisiana, Missouri, Mississippi, Arkansas, Tennessee, California, y varios más donde se han detectado casos en animales y fauna silvestre. Se han confirmado casos autóctonos en al menos ocho estados —California, Arizona, Texas, Tennessee, Louisiana, Missouri, Mississippi y Arkansas— lo que subraya el carácter local de la transmisión.
¿Por qué se considera endémica la enfermedad de Chagas en EE. UU.?
La presencia sostenida de triatominos portadores del Trypanosoma cruzi, junto con transmisiones autóctonas en humanos, perros y animales salvajes, respalda la propuesta de clasificar a EE. UU. como endémico.
Además, el bajo nivel de notificación, la falta de vigilancia sistemática y la escasa conciencia pública han perpetuado la idea de que la enfermedad no existía dentro del país.
Medidas clave de prevención y detección temprana de Chagas
Para enfrentar esta expansión silenciosa se requieren acciones concretas y efectivas:
- Prevención en el hogar: Sellar grietas, limpiar escombros o vegetación cerca de viviendas, e instalar mallas en ventanas y puertas reduce el riesgo de ingreso de triatominos.
- Control de vectores y vigilancia clínica: Aumentar la capacitación médica para identificar síntomas en fase aguda o crónica y fomentar la consulta temprana, especialmente en zonas rurales o con antecedentes de exposición.
Tratamiento oportuno: Hay dos medicamentos disponibles en EE. UU. —benznidazol y nifurtimox— resultan más eficaces cuando se administran en fases tempranas de la enfermedad.
Tragedia en Granjas del Matamoros: incendio cobra la vida de 8 perritos