La linaza se ha ganado un lugar privilegiado en la dieta de muchas personas gracias a sus impresionantes beneficios para la salud. Rica en ácidos grasos omega-3, fibra y lignanos, es conocida por sus propiedades antiinflamatorias, su capacidad para mejorar la digestión y su potencial para contribuir a la salud cardiovascular.
Sin embargo, como cualquier alimento potente, su consumo no está exento de posibles efectos secundarios que es importante conocer para disfrutar de forma segura. El principal efecto secundario de la linaza suele estar relacionado con su alto contenido de fibra.
¿Qué pasa cuando consumes linaza en exceso?
Si empiezas a consumirla en grandes cantidades o sin una ingesta adecuada de agua, podrías experimentar hinchazón, gases, diarrea o estreñimiento. Para evitar esto, es crucial comenzar con dosis pequeñas y aumentar gradualmente, asegurándote de beber suficiente líquido durante el día.
Otro punto a considerar son las interacciones con medicamentos. La linaza, debido a su fibra, puede reducir la absorción de ciertos fármacos si se toman al mismo tiempo. Esto incluye medicamentos para la diabetes, anticoagulantes o incluso algunos suplementos. Se recomienda espaciar la toma de linaza al menos una o dos horas antes o después de cualquier medicación.
En casos raros, algunas personas pueden presentar reacciones alérgicas, aunque no es común. Los síntomas podrían incluir erupciones cutáneas, picazón o dificultad para respirar.
Además, si bien es beneficiosa, no se recomienda el consumo de linaza cruda o inmadura, ya que puede contener compuestos que, en grandes cantidades, podrían ser tóxicos. Siempre es mejor consumir la linaza molida y preferiblemente ligeramente tostada o remojada para una mejor absorción y seguridad.
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